Martín Cid. Relatos

Narrativa y relatos.

«La Pepa», por Martín Cid

La Pepa de 1812

La constitución de Cádiz de 1812 (“La Pepa”)

Mientras Napoleón invadía España, en Cádiz, ciudad que quedó libre de la conquista francesa, se reunió un grupo de patriotas ilustrados con el objetivo de redactar una constitución liberal que sirviera al país para modernizarse una vez expulsado Napoleón y su hermano José I Bonaparte (“Pepe Botella”).

El auténtico rey de España, Fernando VII, permanecía (como toda la familia real española) preso en Bayona (Francia) y los de Cádiz pensaban que a su vuelta aceptaría la constitución.

No fue así, Fernando VII nunca quiso ser un monarca parlamentario y lo que hizo fue perseguir a estos liberales.

La Constitución sólo estuvo vigente tres años (de 1820 a 1823) gracias a un golpe de estado que dio el general Rafael de Riego y que obligó a Fernando VII (amenazado por los militares) a jurarla.

Las tropas de Riego deberían haber ido a América para sofocar los levantamientos independentistas de las entonces colonias españolas en aquel continente. Nunca fueron y América se independizó.

En 1823, Fernando VII consiguió el apoyo de tropas extranjeras (Los Cien Mil Hijos de San Luis) y restableció su monarquía absoluta (más absoluta que nunca) mandando matar a todo el que había apoyado la Constitución de Cádiz.

Popularmente se llamó “La Pepa” porque se aprobó el día de San José.

Los diputados liberales Agustín Argüelles, Diego Muñoz Torrero y Pérez de Castro son las figuras más destacadas en su elaboración.

Estos son los rasgos principales de la Constitución:

Soberanía nacional. El poder reside en la nación, idea opuesta a la soberanía monárquica.
 División de Poderes.

Poder legislativo: Cortes Unicamerales

Poder judicial: tribunales

Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones.

Sufragio-universal-masculino.
Igualdad de los ciudadanos ante la ley. Esto supuso el fin de los privilegios estamentales.
Reconocimiento de derechos individuales: a la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, a la libertad y a la propiedad.
El catolicismo es la única confesión religiosa permitida. La necesidad de contar con la colaboración del clero en la lucha contra los franceses explica este rasgo intolerante que choca con el espíritu avanzado de la constitución.

Martín Cid

**Martín Cid (http://www.martincid.com )es autor de las novelas Ariza (editorial Alcalá, 2008), Un Siglo de Cenizas (editorial Akrón, 2009), Los 7 Pecados de Eminescu (ebook) y del ensayo Propaganda, Mentiras y Montaje de Atracción (editorial Alcalá, 2010). Dirige el periódico Las Libertades (http://www.laslibertades.es) y el fundador de la revista cultural Yareah Madrid.

noviembre 11, 2010 Posted by | Historia | , , , , | 2 comentarios